Terapia Neural

Reconectando el Sistema Nervioso para permitir una nueva Autoreorganización

Sistema Nervioso Autónomo

El sistema nervioso autónomo es la parte de su sistema nervioso que controla las acciones involuntarias, tales como los latidos cardíacos y el ensanchamiento o estrechamiento de los vasos sanguíneos, acomodación de la vista, control de temperatura, sudoración, entre otros. Cuando algo malo ocurre en este sistema, puede causar problemas serios como alteraciones de la presión arterial. La conexión del SNA, con el cuerpo no es a través de nervios sino a través de sustancias y el espacio entre las células, generándose una especie de conexión de «célula a célula».

Cuando el SNA se “desconecta” de ciertas partes del cuerpo, se desarrolla un “campo de interferencia” (cicatrices, infecciones crónicas, abscesos, etc), el cual bloquea la comunicación de este Sistema Nervioso con las células del cuerpo.

 

Foco / Campo de interferencia

¿Qué ocasiona el campo de interferencia?

El campo de interferencia, ocasiona un bloqueo en la comunicación de las células (y por consiguiente parte o la totalidad del órgano que éstas constituyen) con el Sistema Nervioso Autónomo, por consiguiente, no se da una correcta regulación y retroalimentación a las células, lo que ocasionará las molestias que aquejan al paciente. Estos bloqueos pueden generar diversos desórdenes que pueden ser locales (en la parte del cuerpo afectada) o a distancia, dichas alteraciones, en su mayoría manifestadas por dolores que no responden adecuadamente al tratamiento convencional.

¿Qué hace la terapia neural?

Cuando se aplica la terapia neural, se produce la reconexión del cuerpo con el Sistema Nervioso Autónomo, y muchas veces, “como por arte de magia” la molestia desaparece. Es así que el Sistema Nervioso buscará un nuevo orden de mayor equilibrio, sin la presencia de la molestia que motivó la consulta. Su principal valor es que no presenta efectos secundarios ni suele tener complicaciones.

Indicaciones de la Terapia Neural

Está indicada para un amplio abanico de patologías, siendo las más recurridas las enfermedades cardíacas y circulatorias, el dolor crónico, las cefaleas y migrañas, el asma, la artritis, artrosis y lumbalgias, las otitis, faringitis, alopecia, etc.

Contraindicaciones
  • Alergia a anestésicos locales.
  • Las aplicaciones profundas de Terapia Neural, en caso de trastornos de coagulación o tratamiento anticoagulante.
  • Hipotensión severa e insuficiencia cardíaca severa.
  • Miastenia gravis en brote.
  • Embarazo. (requiere evaluación minuciosa)
  • Implantes metálicos. (requiere evaluación minuciosa)